Los sensores de posición lineal magnetoestrictivos tienen varias características atractivas que los distinguen en el mercado de la detección de posición. La primera es que ofrecen una precisión y reproducibilidad superiores, generalmente en el rango del 0.001% a lo largo de las profundidades medidas. Esta alta precisión no se ve afectada por cambios en el tiempo y la temperatura, proporcionando mediciones consistentes en cualquier condición operativa. La operación sin contacto evita el desgaste mecánico y asegura un bajo mantenimiento, así como una larga vida útil del sensor. Estos sensores están diseñados para la medición de posición absoluta y no requieren un ciclo de referencia o un procedimiento de inicio para 'encontrar' una posición de referencia, sino que proporcionan inmediatamente la posición real sin necesidad de tiempo adicional de adquisición. Son tan resistentes que pueden soportar casi cualquier cosa, como impactos, vibraciones y extremos ambientales desde polvo y humedad hasta temperaturas que alcanzan los 70C o bajan casi a -40C. La resolución de los sensores también es extremadamente buena, a veces en el rango de micrómetros, por lo que pueden utilizarse en aplicaciones de precisión. Funcionan a altas velocidades, emitiendo retroalimentación de posición en tiempo real con baja latencia. La inmunidad electromagnética natural del sistema permite un funcionamiento confiable en áreas industriales con ruido eléctrico. Estos sensores también ofrecen flexibilidad ya que son capaces de medir una posición a lo largo de largas distancias mientras aún proporcionan precisión a lo largo de todo el rango de recorrido. Sus señales de salida son fácilmente compatibles con muchos sistemas de control y pueden conectarse en varias formas, como analógica, digital y bus de campo industrial. Su operación fiable y libre de mantenimiento, junto con su larga vida útil, los convierte en una solución económica para el uso industrial a largo plazo.