Un sensor de transductor lineal tiene varias propiedades interesantes que también lo hacen útil para aplicaciones industriales actuales. Sus dispositivos libres de mantenimiento también ofrecen la ventaja de medición sin contacto, lo que elimina el desgaste mecánico y resulta en menor mantenimiento y una vida útil más larga. Los sensores también son altamente precisos y repetibles (hasta el micrómetro), garantizando mediciones repetitivas y confiables durante toda su vida útil. Son duraderos y resisten temperaturas variables y vibraciones; por lo tanto, mantienen su integridad de rendimiento incluso en entornos industriales difíciles. Estos sensores proporcionan retroalimentación de posición en tiempo real con casi ningún retraso, y son particularmente adecuados para sistemas de automatización de alta velocidad y aplicaciones de control de precisión. La salida es lineal con la posición, evitando la necesidad de métodos sofisticados de procesamiento de señales o calibración. Tienen diversidad en el rango de medición, cubriendo desde unos pocos milímetros hasta unos pocos metros y funcionan bien. La robustez con la que los sensores pueden operar en entornos desafiantes, polvo, humedad, condensación y siendo capaces de resistir químicos, los hace muy adecuados para aplicaciones en la fabricación y la industria pesada. Son fáciles de integrar con sistemas de control existentes y proporcionan datos en formatos estándar de la industria, lo que significa una implementación más fácil y menos costosa. Además, estos sensores tienen una excelente estabilidad a largo plazo, por lo que se puede ignorar el desvío, no es necesario verificar las calibraciones tan a menudo, el mantenimiento es bajo y la fiabilidad del sistema es mejor.